Los operarios de Ports del Govern colocaron una barrera anticontaminante para evitar que el aceite se extendiera.

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El vertido de aceite de cocina y de importantes residuos de grasas solidificadas en la zona del muelle de Porto Cristo obligó ayer a Ports de les Illes Balears a instalar barreras anticontaminantes en dos puntos del Riuet para evitar que el líquido contaminante se extendiera a alta mar. El Ajuntament de Manacor ha abierto una investigación para aclarar los hechos y aplicar las pertinentes sanciones económicas a los responsables de este vertido.

Los hechos se produjeron el pasado jueves por la noche cuando el personal de Ports advirtió que unas alcantarillas ubicadas en la calle Verí, de Porto Cristo, estaban taponadas y rebosaban un liquido que después comprobaron que era aceite y otros residuos fecales. Se dio aviso de inmediato a los Bomberos, la Policía Local y la Policía Nacional, que acudieron al lugar y se procedió a limpiar inmediatamente la zona a través de materiales secantes para evitar, en la medida de lo posible, que los vertidos fueran a parar al mar.

Fuentes de la Conselleria de Medi Ambient confirmaron ayer que había una zona afectada, que el aceite llegó al mar pero que la actuación inmediata de Ports con la colocación de las barreras anticontaminantes había permitido controlar la situación.

Según explicaron los responsables de la concesionaria del Agua, Aigües Son Tovell, «el jueves nos avisaron de este atasco y cuando acudimos la sorpresa fue que se trataba de un líquido solidificado que no debería estar en la red de agua residual urbana. Parece ser que restaurantes de esta zona han vaciado el aceite por las tuberías, el líquido con los días se ha solidificado y ha producido el atasco, reventando la alcantarilla. Hemos puesto en conocimiento del Ajuntament estos hechos para que se tomen las medidas y se avise del uso que se ha de hacer de los residuos y donde se tiene que producir el vertido».

Por su parte, el regidor de Turismo y Urbanismo del Ajuntament de Manacor, Bernat Amer, expuso que «la actuación del Ajuntament ha sido inmediata. Ahora se ha abierto una investigación para ver quiénes son los culpables y en aplicación de la ordenanza se impondrán las pertinentes sanciones económicas. Es cierto que la vía se llenó de aceite, pero que se procedió a su limpieza de inmediato evitando que acabara en el mar».

A su vez, Amer informó que «la ordenanza prevé para estos casos una infracción leve que puede ser sancionada con multa de hasta 750 euros. Lo importante ahora es evitar que vuelva a pasar. Por ello, hay que informar a todos los establecimientos que deben tener depósitos adecuados para verter el aceite y que no entre en la red residual urbana».