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A.G.

Los jueces de la Sección Primera de la Audiencia Provincial han resuelto que Jaume Sastre cometió una falta de coacciones contra Pedro J. Ramírez cuando intentó bañarse en la piscina de uso público situada delante de su chalet de la Costa dels Pins en agosto de 2004. El Tribunal, en línea con la sentencia anterior del juez Arbona, dice que el líder del Lobby per la Independencia actuó de forma coercitiva «forzándole (al periodista) a ceder el uso de la piscina sin ninguna decisión administrativa que lo ordenase».

La sentencia, que ocupa 32 folios, estima el recurso de Josep de Luis, el abogado de Sastre, en el sentido de rebajar la condena en costas, pero le obliga a publicarla en Ultima Hora y Diari de Balears, tal como exigía Ramírez. Asimismo, la Audiencia rechaza «íntegramente» la apelación de Cristina Peña, defensora del periodista, que pretendía condenar a Sastre por dos delitos y privarle de libertad. Ramírez alegó que Sastre intentaba cercenar su libertad de expresión, lo que rechaza el tribunal, que restringe el caso al uso de la polémica piscina.

«Hay que coger esta sentencia con humor», explicó ayer Sastre a este periódico. «Aún así, me siento como un negro condenado por los jueces del Ku Klux Klan. La justicia es un fraude, una estafa. Ya lo decían nuestros abuelos, no hay nada más torcido que la justicia forastera y colonial. És millor un mal acord que un bon plet».

«Me reuniré con los abogados del Lobby y decidiremos cómo actuar. En todo caso, haremos una suscripción popular para publicar la sentencia -explicó Sastre-. Es increíble que nos obliguen a hacerlo por una falta, aunque también es cierto que así todo el mundo podrá leer el nyarro que han hecho».