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El sector del calzado no pasa precisamente por su mejor momento. La competencia directa de china ha hecho mella en las fábricas de calzado de las Islas y solo las más fuertes resisten la embestida con una clara apuesta por la calidad como bandera.

En Lloseta, tras el cierre reciente de Veleto y Ferragut (la primera presentó suspensión de pagos mientras que los propietarios de la segunda han echado el cierre por jubilación), sólo se mantienen cinco fábricas de calzado: Bestard, Cabrit, Carritx, Murta y Calçat Comes. La tradicional Fira de la Sabata debía darles ayer su momento de gloria pero el tiempo no acompañó.

Ante un intenso aguacero, la IX Fira de la Sabata i l'Artesania de Lloseta se redujo prácticamente a la Plaça Espanya, donde como cada año las manos expertas de los jubilados (algunos de ellos por obligación tras perder su empleo este año), sorprendían a los jóvenes con su destreza en la fabricación de calzado de calidad. «Nada que ver con lo que ahora se hacer en China», era una de las frases más comentadas. Pocos metros más allá, las cinco fábricas llosetines supervivientes hasta la fecha y una recién clausurada que liquidaba stock, apenas daban a basto para atender a los clientes en busca de una ganga española.