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El incremento del fenómeno del 'botellón' y las quejas continuas desde hace años de los vecinos, sobre todo en la zona costera, ha motivado que el Ajuntament de Capdepera tome medidas para evitar esta práctica que genera ruidos y suciedad. Así, con el objetivo de regular el consumo desmesurado de bebidas alcohólicas, ha preparado una ordenanza con sanciones que pueden llegar hasta los 1.500 euros. Esta normativa se debatirá hoy en el pleno ordinario.

Se trata de introducir una serie de medidas para regular los mecanismos de control, así como de establecer las prohibiciones y limitaciones de las actividades promocionales, publicitarias, de suministro, venta y consumo de estas sustancias.

El regidor de Policía, Josep Gallego, explicó que «se han detectado grupos de gente, especialmente en zonas de marcha, que se reúnen en calles o plazas para consumir alcohol, lo que genera quejas generalizadas porque provocan ruidos y molestias. La filosofía de esta ordenanza es acabar con el consumo desmesurado de alcohol y desarrollar unas normas que regulen una serie de limitaciones a la publicidad, venta o consumo indebido de bebidas alcohólicas».

La nueva ordenanza establece dos tipos de infracciones: leves y graves. Se considera leve el consumo de alcohol en vía pública y se puede sancionar con cantidades que van desde 60 hasta 750 euros de multa.

Entre las infracciones graves figura la venta de alcohol a menores de 18 años o la venta en máquinas automáticas ubicadas en vía pública, entre otras.
También se establece que en todos los establecimientos comerciales se han de adoptar medidas especiales de control para evitar la venta de bebidas alcohólicas a menores de 18 años.

Asimismo, se recoge que en días de feria, fiestas patronales o similares se permita la venta en vía publica, siempre respetando la normativa municipal.
Para conseguir este objetivo, el Ajuntament de Capdepera impulsará campañas informativas que conciencien de los efectos del consumo abusivo de alcohol para modificar los hábitos y las actitudes en relación a su consumo.

Con esta normativa, se pretende acabar con una imagen que se puede ver en los últimos años, sobre todo, en Cala Rajada durante las noches de verano, cuando es frecuente ver en las vías principales a turistas consumiendo alcohol en vasos o botellas de plástico.