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J.M.SASTRE El fenómeno inmigratorio que vive la capital del Llevant de Mallorca es un freno que ayuda a paliar la baja natalidad de Manacor que determina un envejecimiento progresivo de la población del término municipal.

De hecho, el 16'2 por ciento de la población es mayor de 65 años, algo que supone 2'4 puntos porcentuales medios por encima de las cifras de Balears.
Por otra parte, hay que destacar que desde el año 1994 siempre han sido superiores el número de inmigrados (2.358) al de emigrantes (1.280).
Así mismo, hay que recordar que Manacor cuenta con 6.026 habitantes de origen extranjero, de los cuales el 51'4 por ciento son marroquíes y alemanes. Estos son algunos de los datos que ha revelado el estudio de aproximación a la socioeconomía y a la actividad empresarial del municipio de Manacor que ayer fue presentado por el regidor de Medio Ambiente, Pedro Rosselló y, por otro lado, Rafel Nicolau, delegado de Fomento de la Ocupación y los técnicos correspondientes.

A parte de aspectos sociales, el estudio también hace una valoración de la actividad económica de la ciudad. En este sentido apunta que el turismo es uno de los motores de la economía de Manacor. Cuenta con 13.729 plazas turísticas y los establecimientos predominantes son hoteles y apartamentos de 3 estrellas. Paralelamente, el comercio y la industria de Manacor también gozan de buena salud pero esto depende también de su vinculación a la visita de turistas. En este sentido, destacar que según la memoria, muchos clientes de las industrias de la madera y el mueble "sectores por los que es realmente conocido Manacor" y también de la construcción, son del sector turístico.

En cuanto a la agricultura, destaca su declive radicado en las condiciones climatológicas adversas, la baja rentabilidad de las producciones agrícolas, y la caída en general de la carne de porcino y aves.