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MARGALIDA BONNÍN Unos treinta patos y algunos peces han aparecido muertos por intoxicación en el Torrent de Canyamel en las últimas semanas. Lo más probable es que la causa de estas muertes sea la ingestión de algún producto tóxico por parte de los animales, según apunta Maria Orts, regidora de Medio Ambiente del Ajuntament de Capdepera.

Tras el análisis de algunas muestras de agua del torrente, se ha comprobado que no se trata de un caso de aguas contaminadas por residuos fecales o de depuradora, ya que el agua está limpia y libre de bacterias. También se ha descartado la hipótesis que sea un caso de gripe aviar.

Tras estos primeros análisis, el Consistorio gabellí procederá a enviar muestras de sangre de los animales muertos a laboratorios de Madrid para que determinen qué sustancia ha provocado que la población de patos del torrente de Canyamel haya disminuido tanto en tan poco tiempo. Mientras tanto, en los dos lados del torrente aun hoy se pueden localizar animales muertos. «Cada día encontramos alguno», afirma Orts.

La voz de alarma saltó hace dos semanas cuando un pato y algunos peces aparecieron muertos en la desembocadura del torrente, al lado de la playa. Aunque no se han contabilizado los ejemplares de pato muertos, se calcula que son unos treinta.

Los vecinos del núcleo costero han observado cómo en los últimos días los expertos acudían a la zona para recoger muestras de agua y retirar los cadáveres. Aun así, nadie les ha informado sobre las posibles causas. «Ya se veía que estos animales estaban enfermos», afirma un vecino de la localidad. Otro alerta de que hay niños que se bañan cerca de esta zona.

Aunque de momento no se sabe cuál el producto que ha provocado las muertes, el hecho de que se produzcan lentamente indica que lo más probable es que los animales hayan comido algún producto químico nocivo para su salud, ya que el agua «está en perfectas condiciones», como demuestran los análisis hechos.