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M.RAMIS Escorca es, sin duda, uno de los municipios más peculiares de Mallorca, entre otras cosas, porque no tiene un núcleo de población definido. Así, uno de los principales problemas que debe afrontar el municipio es el pago la tasa de residuos sólidos. Con un padrón que ronda los 300 habitantes, el gasto anual del Ajuntament en concepto de basuras es de aproximadamente 200.000 euros. Y es que el municipio recibe alrededor de un millón de visitantes anuales, dado que los diferentes núcleos d'Escorca, como Lluc, Cala Tuent o Sa Calobra son un gran atractivo, tanto para los turistas como para los propios mallorquines.

Sin embargo, la oferta hotelera es prácticamente nula en el municipio, de modo que la elevada tasa de basuras, lejos de autofinanciarse, obliga al Ajuntament a prever una partida de prácticamente 100.000 euros en los presupuestos anuales destinadas este fin, ya que la cantidad que recauda el Ajuntament ronda los 90.000 euros.

«La mayoría de personas empadronadas en Escorca apenas utiliza este servicio y no podemos cargar todo el gasto en las tasas que pagan los vecinos», explica el alcalde Antoni Gómez (PP), quien añade: «Aún así, las tasas son desorbitadas en relación a otros municipios».

Así, mientras que una vivienda paga 70 euros anuales en concepto de basuras, los restaurante pagan cerca de los 1.400 euros y el Santuari llega a pagar hasta casi 8.000 euros. El alcalde manifiesta que «la situación es bastante difícil para un Ajuntament como Escorca, ya que apenas tenemos recursos. Nuestro municipio apenas recibe ingresos del turismo, ya que en Escorca existe un turismo de paso».

De este modo, el alcalde explica que el Ajuntament «hace un gran esfuerzo para mantener limpio el municipio y ser así, un atractivo para nuestros visitantes». Sin embargo, Gómez lamenta no obtener ningún tipo de ayuda de las administraciones: «Aunque lo hemos solicitado, hasta el momento se nos han denegado ayudas en este sentido».