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MICHELS El cardenal y arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, recibió ayer de manos del alcalde de Banyalbufar, Mateu Ferrà, el reconocimiento como hijo adoptivo del municipio. De esta forma, el pueblo rinde homenaje al purpurado, que pasó buena parte de los veranos de su infancia y su juventud en la localidad de la Serra, con la que mantiene una estrecha relación desde entonces.

El Ajuntament se quedó pequeño para coger el acto de entrega de la distinción que se tuvo que celebrar en gran medida en la plaza del pueblo, donde unas trescientas personas se congregaron para asistir al homenaje.

Vocación
Martínez Sistach presidirá esta mañana la celebración de la eucaristía en la parroquia de Banyalbufar a las once y media de la mañana, que coincide con la festividad de la Natividad de la Virgen, patrona del pueblo.

El purpurado, agradeció el galardón y aseguró que se sentía un banyalbufarí más, después de once veranos allí. Así, llegó a asegurar que la vocación religiosa le viene del pueblo y de sus gentes, y de la gran belleza del paisaje. Además, recordó que ha participado desde hace años en eucaristía en el pueblo.