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El exceso de caudal de aguas sucias que circula por la red de alcantarillado de Alcúdia provoca que en momentos punta los vecinos de los apartamentos turísticos de la calle Garballons, construidos hace cuarenta años setenta centímetros por debajo del nivel de la calle, vean cómo los excrementos salen de los desagües de sus bañeras y de los sumideros de los patios inundándolo todo. El último episodio se produjo hace dos semanas.

El alcalde, Miquel Ferrer, consciente de esta problemática, explica que con la ampliación de la planta depuradora debería quedar solucionado el problema. Se prevé la construcción de un nuevo tramo de tubería con una estación impulsora propia que servirá para descongestionar la red de alcantarillado de toda esta zona. El convenio entre el Ajuntament y la Conselleria de Medi Ambient que posibilitará esta obra ya ha sido firmado y ahora están a la espera de que se resuelva en el Consell de Mallorca el interés general preciso para iniciar las obras.

«Calculamos que en seis u ocho meses puedan comenzar las obras de ampliación de la depuradora», dice Miquel Ferrer.
Hartos de esperar una solución definitiva, los vecinos de los apartamentos de la calle Garballons instalarán este sábado una válvula de retención de fecales que impedirá su retroceso hasta las casas.

La medida evitará que las fecales fluyan de sus desagües pero también impedirá que los vecinos puedan utilizar los baños cuando entre en funcionamiento el sistema, por lo que no se conforman y exigen un mejor mantenimiento de la red municipal mientras se amplía la planta depuradora.