Imagen de la manifestación criticando la falta de planificación de la Conselleria en los centros de Manacor.

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J. SOCIES/J. SITGES

Después de los hechos acontecidos en el colegio de Primaria Simó Ballester de Manacor durante esta segunda semana de curso escolar, según el Sindicat de Traballadores i Treballadors de les Illes-intersindical (STEI-i) ya han quedado demostradas «las deficiencias que en cuestiones educativas todavía acusa Manacor», la intersindical hace hincapié sobre todo en las «deficiencias en los equipamientos escolares que las diferentes administraciones públicas, tanto autonómicas como municipales, no han sido capaces de prever desde hace ya muchos años».

El sindicato critica también la «última de las 'grandes medidas' que ha adoptado el director general de personal docente, el señor Miquel Martorell, que ja sido la asignación de una aula de cinco años que se tendrá que ubicar en el colegio Simó Ballester».

Los padres de los alumnos escolarizados en el centro ya se mostraron ayer en contra de la decisión de la Conselleria d'Educació. Los representantes de la Associació de Mares i Pares d'Alumnes, (AMIPA) del Simó Ballester manifestaron que no creen que ubicar en la antigua portería del centro los once alumnos de educación infantil que están sin escolarizar en el municipio sea una buena solución.

Ahora el STEI-i manifiesta su apoyo a la asociación de madres y padres del centro y señala que «queremos manifestar nuestro rechazo más absoluto a la decisión tomada por parte de la Conselleria d'Educació y, a la vez, expresar nuestro apoyo a la AMIPA del centro que ha manifestado su indignación ante la propuesta que quiere llevar a cabo la conselleria de Educació del Govern».

Ante esta situación los responsables del STEI-i aseguran que no les queda otra solución que «exigir a las diferentes administraciones que tienen en sus manos la educación de nuestros pequeños actuaciones que solucionen de una vez por todas las deficiencias educativas de nuestro municipio, sin improvisaciones ni parches que en ningún caso resuelven la situación alarmante de sobreocupación que la mayoría de centros escolares de la ciudad padecen».

Aún así, después de la reunión del pasado lunes que no logró satisfacer a los padres y madres de los alumnos del Simó Ballester, las obras para convertir la antigua conserjería en una aula de educación infantil ya han comenzado. Varios albañiles están desde ayer trabajado en la habilitación del espacio para que los alumnos puedan cuanto antes el curso escolar en su clase.

Por su parte, los representantes de la AMIPA han manifestado que seguirán «manteniendo contactos con la Conselleria d'Educació para que se nos garantice que el colegio Simó Ballester se convierta en un centro de Educación Infantil y Primaria con las condiciones necesarias para llevar a cabo una buena tarea docente». Los padres también han apuntado que «el patio del colegio ha quedado pequeño porque la escuela ya tiene 480 alumnos y para cumplir la ley se tendrá que delimitar un espacio exclusivo para los niños de infantil».