Variedad. La feria de Llucmajor ofrece un amplio abanico de propuestas a los visitantes, como pueden ser la muestra de animales o la de distintos productos autóctonos. Fotos: N. RINCÓN /J.SITGESCocina y artesanía. La tradicional llampuga amb pebres se ofreció en su versión modernizada en Cala Rajada, hecha al punto y acompañada de pimientos asados, patatas y champiñones este plato no dejó a nadie indiferente. Por otra parte, en Llucmajor se pudo disfrutar de distintas muestras de artesanía.Mar y asfalto. E

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NEUS LÓPEZ/JOAN SITGES

De Llucmajor a Capdepera; de las razas y artesanía autóctonas a las recetas más tradicionales; de las innovaciones de la maquinaria agrícola a las últimas tendencias culinarias. Durante la jornada de ayer tanto la pesca y la gastronomía como la agricultura y el comercio se trasladaron hacia dos puntos concretos de la isla: la Fira de Llucmajor y la Mostra de la Llampuga de Cala Rajada.

En Cala Rajada los protagonistas de la jornada fueron los 3.500 kilos de llampuga y las 28 maneras de preparar este pescado azul. Durante la séptima edición de la Mostra de la Llampuga de Cala Rajada los pescadores y restauradores gabellins demostraron que el pescado azul protagonista de la muestra, que tradicionalmente ha sido poco valorado «tiene un potencial enorme, que exploramos con mucho gusto gracias a muestras como esta», señaló uno de los cocineros.

A las doce del mediodía el alcalde de Capdepera, Bartomeu Encina, acompañado por la consellera d'Agricultura i Pesca, Mercè Amer; el conseller de Turisme, Miquel Nadal, y la consellera Insular d'Economia i Turisme, Isabel Maria Oliver, inauguraron la muestra y probaron algunas de las 28 recetas que se ofrecían.

Y es que ayer la llampuga se preparó con infinidad de ingredientes: con escabeche, marinada, rebosada, con mermelada, con pimientos, con fideos, en crepes e incluso dentro hamburguesas. «Los canelones y los burritos han sido deliciosos», aseguraba Josep

Sastre, uno de los asistentes. No fue hasta las diez de la noche que la muestra cerró con la certeza de haber dejado a todo el mundo content i panxa plena.

El municipio de Llucmajor se celebró la 462a edición de la llamada Darrera Fira que concentra muestras diversas que se caracterizan por ofrecer a los visitantes variedad de productos y actividades.

Las autoridades, entre las que se encontraban Lluc Tomàs, alcalde de Llucmajor; Bàrbara Galmès, consellera d'Educació; Jaume Garau, conseller del Consell Insular de Benestar Social, y la consellera d'Igualtat del Consell, Josefina Ramis, precedidas por la banda de música de Llucmajor salieron de la Plaça d'Espanya hasta el Passeig de Jaume III para visitar la XXIX Mostra Llucmajorera ubicada en la carpa donde se concentraron empresas del municipio.

Por otra parte, los amantes de los animales que se acercaron al recinto ferial pudieron disfrutar de las exposición canina de todas las razas, exposición de cans de bestiar, ca mè mallorquí, ca rater o cans eivissencs. También se pudieron ver las exposiciones de someres i ases y la exposición de caballos realizada por la Associació Amics de les Bisties. Mención especial tienen las Mostra y concurso morfológico de ovejas de raza mallorquina blanca y roja llevada a cabo por la Associació de Ramaders d'Ovella de Raça Blanca Mallorquina y Raça Roja Mallorquina que preservan la pureza de la oveja mallorquina. Por otra parte también despertó el interés del público la amplia exposición de maquinaria agrícola así como la de vehículos turismos y de transporte. Además de todas estas muestras hay que añadir todas las exposiciones de pintura desde artistas consagrados como Maria Antònia Noguera o Pere Martí Monserrat a jóvenes talentos como Pep Manresa. La jornada se caracterizó por una gran afluencia de visitantes que se pasearon por las calles del pueblo llenas de tenderetes que también ofrecieron sus productos en una Fira que cada año se convierte en un punto de encuentro multitudinario.