La venta de catorce solares municipales en Calvià, decidida por Carlos Delgado frente al total rechazo de PSOE y UM que tildan esa enajenación de terrenos como «un escándalo basado en la inmoral necesidad de dinero para pagar a decenas de asesores y el monstruoso sueldo del alcalde», toma un nuevo sesgo al relacionarlo con anteriores subastas de terreno público y su falta de aplicación a las muchas inversiones pendientes del Ajuntament.
Los grupos opositores afirman que Carlos Delgado «aún no ha invertido en infraestructuras municipales unos 18 de los casi 30 millones de los obtenidos por el solar que subastó durante la anterior legislatura en Bendinat, pero con los intereses bancarios de esa cantidad inmobilizada obtiene cada año cientos de miles de euros que curiosamente sí puede dedicar a cubrir los costes de 'su' personal en el consistorio calvianer».
Para Antoni Manchado, portavoz del grupo municipal del PSOE en Calvià, «si en vez de gastarse el dinero público despilfarrándolo en pagar nóminas galácticas a sus decenas de asesores, el alcalde se hubiera dedicado a trabajar, ahora no se vería en la necesidad de malvender lo que es de todos».
Manchado coincide con el concejal de UM en la corporación, Isidre Cañellas, al considerar que «resulta alarmante que el PP venda suelo público y en cantidades masivas cuando, además, son responsables de acometer la mayor subida del Impuesto sobre los Bienes Inmuebles (IBI) en la historia del municipio, que en no pocos casos puede llegar al cuarenta por ciento».
Para socialistas y nacionalistas, «es inaceptable que este equipo de gobierno suba los impuestos de esta manera y, encima, no les sea suficiente y vendan grandes lotes de suelo público que es de todos».
Los técnicos aseguran a Delgado que se obtendrán casi 9 millones de euros al subastar ahora más de 23.000 metros cuadrados de predios municipales.
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