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M. NADAL La Conselleria de Medi Ambient del Govern impide la construcción del agujero número ocho del futuro campo de golf de Son Bosc, en Muro, porque afecta a una nueva zona protegida de orquídea del prado de 6.000 metros de superficie.

De esta manera, ahora los promotores del futuro golf deberán modificar el proyecto, por lo que el Consell tendrá que dar un nuevo interés general y se deberá conceder una nueva licencia. Estos procedimientos pueden desembocar en un retraso considerable en la ejecución del macro proyecto o incluso en no permitirlo.

Aún así, el alcalde Jaume Perelló, manifista que «con la nueva zona protegida se deberá buscar una nueva ubicación para el agujero ocho que quede lejos de la zona afectada». Perelló argumenta que «la promotora tiene espacio suficiente en Son Bosc para reubicar este agujero del campo de golf».

Por su parte, el diputado del Bloc, Antoni Alorda, invita a la Conselleria de Medi Ambient a proteger todo el espacio de Son Bosc «porque no es razonable que una zona protegida esté rodeada de un golf». Además, Alorda asegura que «esta nueva protección puede servir de argumento para que el juez preserve Son Bosc».