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M.NADAL Unos seis meses después de que el rector de Santa Maria recibiera un gran homenaje del pueblo por sus 25 años al frente de la parroquia de la localidad, el pasado sábado Pere Rosselló volvió a tener el calor de sus seres queridos durante la celebración de sus bodas de oro como sacerdote.

Durante la eucaristía, Rosselló aseguró que se sentía un hombre «privilegiado». Notablemente emocionado, Pere Rosselló manifestó que «me siento privilegiado por tener salud, porque Dios me ha dado una familia y porque en los pueblos que he estado como son Biniali, Consell y Santa Maria me han recibido muy bien».

El sacerdote de Santa Maria estuvo arropado por otros sacerdotes y por múltiples vecinos que llenaron la iglesia de Santa Maria de Camí. Para ellos, Rosselló también tuvo palabras de agradecimiento y recordó las figuras del «obispo Montcades, el vicario Amorós o Guillem Fiol que son personas que admiro y que tengo mucho respeto». Rosselló también reconoció a los sacerdotes Sebastià Jaume y Sebastià Arrom «que son mi modelo a seguir porque me han ayudado mucho en mi vida sacerdotal».