Los asistentes a la comisión de seguimiento salieron por separado y, exceptuando al alcalde, sin hacer declaraciones.

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J.SITGES/J.SOCIES/M.BONNÍN

«El pacto se mantiene». Con esta frase resumió ayer Tomeu Alzina, el alcalde de Capdepera, la comisión del pacto de gobierno que se celebró entre los regidores del Ajuntament para evaluar la situación que se vive desde hace una semana en Capdepera, después del derrumbe del hotel Son Moll de Cala Rajada.

Así las cosas, la tragedia del hotel Son Moll no provocará ninguna dimisión ni cesión y, de momento, no habrá cambios en el Consistorio gabellí. Aun así, se respira una calma tensa en Capdepera y, tal como afirmó Alzina, «habrá una reunión pasadas las fiestas», porque hace falta «serenidad» y el debate ahora aún se produce «en caliente».

El alcalde gabellí fue el único que accedió a hacer declaraciones ayer a a la salida de esta reunión «intensa», que duró más de dos horas, entre los integrantes del pacto de gobierno. Además de los regidores del Ajuntament, acudieron a Capdepera algunos representantes insulares de cada uno de los partidos que integran el pacto (PSOE, UCAP-UM, EU-EV y PSM-Entesa).

Entre otros, estuvieron en la comisión Guillem Ginard, alcalde de Campos, en representación de UM; Sebastià Rechach, regidor del Ajuntament de Petra, en representación del PSM; y Sebastià Sansó, alcalde de Vilafranca, en representación de Entesa.

Aunque todos los medios esperaban que la reunión de ayer se llevaría a cabo en el consistorio gabellí, finalmente, y para sortear a los periodistas, se celebró en la sede de UCAP-UM.

Los nueve regidores del Ajuntament se dirigieron a las 19,00 horas a la sede del partido nacionalista y mantuvieron una intensa reunión hasta pasadas las 21,00 horas. Durante más de dos horas, analizaron y pusieron sobre la mesa todo lo sucedido desde que, hace una semana, el derrumbe de un hotel de Cala Rajada que estaba en obras sin tener licencia causara la muerte a cuatro trabajadores.

El piso de arriba de la sede de la agrupación nacionalista acogió el debate a puerta cerrada. Desde el exterior, solamente se podía atisbar la media luz de la sala de reuniones y oír algunos gritos de los asistentes que, con los representantes de los partidos, sumaban unas veinte personas.

Al terminar, sólo el alcalde Bartomeu Alzina accedió a explicar cómo había transcurrido la reunión de seguimiento del pacto. «Ha sido un intenso debate, con el que seguiremos después de estas fiestas para poder tomar decisiones desde la prudencia y la serenidad. Aún así, el pacto se mantiene», aclaró el alcalde. Los demás asistentes salieron rápidamente y por separado de la reunión. Abrigados y cabizbajos declinaron hacer ningún tipo de declaración y, a la espera de nuevos encuentros, se dirigieron cada uno a sus respectivos coches. Después de la reunión de ayer, todo indica que Alzina se mantendrá como alcalde hasta el verano que viene, cuando le tocará pasar la vara a Josep Gallego, de UCAP-UM.