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R.P. F. Un ambiente diferente se respiraba ayer, día de Sant Sebastià, en las dos ciudades mallorquinas de Inca y Manacor. A primera hora de la mañana, los aparcamientos cercanos a las estaciones ferroviarias estaban vacíos, y es que había un gran número de personas que no tenían que acudir a Palma a trabajar debido a la festividad de la capital balear. Y esta tranquilidad se transformaba horas más tarde en un ajetreo en las calles más comerciales de ambas ciudades.

En tren o en coche llegaban a Manacor, principalmente mujeres en grupo o con sus hijos para pasear por el centro de la ciudad y acudir a las rebajas de la Part Forana. En la capital del Llevant, las tiendas de muebles esperan este día, ya que para ellos significa un día de muchas visitas de palmesanos, por eso en estos días previos el sector del mueble ya publicita sus horarios especiales para este día sin cerrar al mediodía. Pero a estas horas fueron los restaurantes de la ciudad los que vieron aumentar el número de sus menús y comidas.

En el centro de Inca, también se notaba algo especial desde primera hora de la mañana. Había más gente de la habitual paseando por el centro y curioseando las rebajas de los comercios. Y es que no solamente los inquers salen de compras por la ciudad, sino que un gran número de ciudadanos de municipios vecinos como Binissalem, Consell o Selva encuentran fácilmente en la capital del Raiguer lo que desean, sin necesidad de trasladarse a Palma. Ayer, en concreto, fueron muchos los ciudadanos que trabajan en Palma que se desplazaron ayer hasta la capital del Raiguer. De este modo, tanto en la mañana como en la tarde aprovecharon las rebajas que ofrecen los comercios del municipio, especialmente tiendas de ropa y zapaterías.

La actividad de las empresas en la Part Forana se desarrolló ayer con normalidad salvo en algunos casos concretos en que dependían de Palma.
En municipios como sa Pobla, ayer era festivo y comercios y empresas cerraron.