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A. POL/J. SITGES «Sant Antoni se ha convertido en un entreno para movilizar los pueblos en momentos de protestas», señala el historiador manacorí Antoni Vives. Y es que todo indica que la fiesta y la tradición han cambiado.

«Conservamos el carácter que nos hace sentirnos unidos a nuestros antepasados, los habitantes y trabajadores del campo, pero hay que recordar que fueron las instituciones franquistas las que domesticaron la fiesta», añade Vives. Según el historiador, los premios sirvieron para marcar las pautas de carrozas y foguerons, aunque si eran satíricas o de mal gusto no se llevaban trofeo.

En la actualidad, la realidad muestra que los elementos carnavalescos y las protestas poco a poco vuelven a los foguerons y, sobre todo, a les beneïdes. Fueron pocos los pueblos en los que el pasado fin de semana no se vieron elementos de provocación en las tradicionales bendiciones de los animales. Unas protestas que desconciertan y entretienen a partes iguales.

En Manacor, por ejemplo, el rector Andreu Genovart cree que «la tónica de las beneïdes en el municipio es la normal. La tradición, la religión y alguna que otra protesta forman una buena combinación», afirma el párroco. Aun así Genovart advierte que «hay que saber distinguir entre unas beneïdes y un desfile de carnaval, porque todo tiene su momento».

En Muro, las carrozas de Sant Antoni son de las más conocidas de la Isla, y aunque hay muchas comparsas relacionadas con el santo, así como una alta participación de animales en las beneïdes, también hay numerosas carrozas que nada tienen que ver con la temática religiosa.

El alcalde del municipio, Jaume Perelló, aseguró ayer que «desde siempre ha habido dos categorías, las que están relacionadas con Sant Antoni y las que no y los premios son los mismos». Asimismo, Perelló sentenció que «no se ha perdido el espíritu tradicional de la fiesta».

Sin embargo, el rector de la localidad Pere Fiol, que lleva 21 años en Muro, recalcó que en la categoría de tema libre hay carrozas de carácter más carnavelsco «donde incluso hay gente en bañador o disfraces más exagerados» y añadió que «este tipo de carrozas poco tienen que ver con Sant Antoni».

No obstante, Pere Fiol quiso aclarar que «el tipo de carrozas que pertenecen a esta categoría son más bien un grupo reducido». Además el rector manifestó que «es la sociedad quien así lo quiere y, por ello, lo montan de esta manera» y recordó que «no hay que olvidar que existe la parte folclórica y festiva de la celebración».