Un tramo de casi 80 metros de la pasarela ha desaparecido, y la que bordea el faro está doblada. Foto: MICHELS

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CARMEN RUIZ DE GALARRETA/MICHELS El amaine del vendaval del fin de semana permitió ayer a los técnicos de Ports de les Illes Balears realizar la primera inspección ocular del dique de protección del Port d'Andratx, que sufrió importantes daños. De hecho, son bastante más graves y costosos de lo que se esperaba inicialmente, según explicó ayer a este diario Manuel Patiño, vicepresidente de Ports, que quiso comprobar in situ las consecuencias del temporal. «La verdad es que impresiona cómo ha quedado», dijo.

A priori, afirmó, están destrozados entre 40 y 50 metros del muelle donde los sillares (bloques de piedras) se desplazaron o cayeron al mar, así como entre 50 y 80 metros del paseo construido hace cuatro años. Patiño indicó que las olas del sábado fueron de tal magnitud que arrancaron parte de la pasarela; el hormigón de la propia pasarela fue el que golpeó y dañó el muelle y, además, destrozó la conexión del muelle con el pantalan flotante instalado el verano pasado. Esto hizo que el pantalán volcase y las embarcaciones se desesatabilizaran, aunque sólo un velero se hundió. Los barcos ya han sido retirados del pantalán.

El vicepresidente de Ports, que aventuró que las obras serán bastante costosas, precisó que la reconstrucción del dique se llevará a cabo con carácter de urgencia, aunque llevará un tiempo, ya que «los bloques de piedra estaban encajados como un puzzle y hay que volver a recuperarlos y enclavarlos». La inspección del dique, además, no ha concluido y falta por determinar si hay más daños no visibles en la escollera.

Lo que será más complicado es la reconstrucción del paseo. Los técnicos deberán determinar si conviene o no construirlo de nuevo, puesto que esta pasarela es la que se arrancó e impacto con el muelle. «Éste es un dique de rebose, cuya finalidad es romper las olas, que se encontraron con este obstáculo», subrayó Patiño.

El paseo tiene una longitud de 140 metros. El tramo inicial está intacto; el intermedio (de 50 a 80 metros), literalmente desapareció y no se sabe si está en el fondo del mar entero o a trozos; y el último está doblado alrededor del faro.

El faro no sufrió daños y está funcionando con normalidad, según fuentes de Medi Ambient.