El aeródromo del Port de Pollença tiene una ubicación geográfica privilegiada. Desde 1972 su zona residencial cumple funciones de colonia vacacional.

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Cuarenta mil militares procedentes de países como República Checa, Austria y Bulgaria, se alojaron en 2008 en el aeródromo militar de Pollença como consecuencia directa de los convenios de colaboración e intercambio suscritos entre el Ministerio de Defensa español y otros países miembros de la OTAN. Así lo reveló el coronel jefe de la base pollencina, Vicente Sánchez Salgado, durante la celebración de la festividad de la Virgen de Loreto (patrona del ejército del Aire) el pasado mes de diciembre.

El discurso del máximo responsable militar de la base de Pollença se centró durante la festividad de su patrona en revelar cifras oficiales sobre las actividades que se desarrollan en el aeródromo militar, base de hidroaviones en las campañas de incendios y zona residencial y de ocio para altos cargos militares, que en la última época colabora activamente en las políticas de intercambio del ejército español. La base cuenta también con una unidad de permanente de 14 hombres y mujeres de los que 5 ya han estado en Afganistan. Tres de ellos han sido condecorados por ello recientemente.

La base militar de Pollença es una de las más demandadas por los ejércitos integrantes de los países de la OTAN cada verano en nuestro país, así como por los cuerpos del Ejército español para pasar las dos semanas de vacaciones que el Ministerio de Defensa concede a sus beneficiarios entre los meses de mayo y septiembre.

A principios de año se abre el periodo para conceder las plazas vacacionales de los cupos asignados a oficiales, suboficiales y personal civil. Hace tres años que se abrieron además los intercambios con países de la OTAN, principalmente checos, polacos y búlgaros, y desde entonces ha habido un alud de solicitudes.

El número total de plazas de residencias militares en las Illes Balears para oficiales, suboficiales, familiares y personal civil supera las 600.