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El departamento de Urbanismo se encuentra al borde del caos: contenciosos administrativos, expedientes que desaparecen, mal ambiente de trabajo -como ha denunciado una funcionaria-, incumplimiento del organigrama y desprecios.

Hace unos meses, el arquitecto, Antoni Campins, interpuso un contención administrativo contra el propio Ajuntament al haberlo apartado seis meses de sus funciones por falta de confianza y dejadez en sus funciones.

El pasado 2 de febrero, Campins, tras volver de vacaciones, denuncia que «he detectado que han desaparecido expedientes del departamento de Urbanismo». Todos ellos, ocho en concreto, estaban pendiente del final de obra. Pero estos expedientes no han desaparecido sino que otro técnico ya informó sobre ellos.

Campins, junto con la aparejadora Rebeca del Rey, pidiendo un vehículo para realizar inspecciones. El alcalde Sebastià Burguera contestó que la situación económica no permitía la compra de un vehículo. El PP presentó una moción a nombre de Joan Quetgles de la Agrupación Cavallista, donde éste ofrecía su coche con chófer y el asno de su vecino para dichos trabajos.