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M.R./A.P. Hace poco más de un mes que este periódico ya se hizo eco de las molestias que padecen cada fin de semana los vecinos de una zona residencia de Muro a causa del botellón. «Desde entonces, prácticamente tenemos los mismos problemas y no se nos ha presentado ninguna solución», explican indignados los afectados.

Los cerca de 40 vecinos que viven en la urbanización se han decidido constituirse en una asociación «para aunar esfuerzos e intentar tener más poder que de manera individual».

Además, los afectados lamentan que «la Policía Local no hace nada al respeto y nos dice que tenemos que ir al Ajuntament». Sin embargo, «a las cuatro de la madrugada no podemos ir al Ajuntament porque está cerrado», manifiestan los vecinos.

Vasos, botellas, suciedad, vandalismo, jeringuillas en la calle, pero sobre todo ruido, son las molestias de los vecinos cada fin de semana, ya que, según explican, «entre semana es una zona muy tranquila». Asimismo, indican que «aunque a partir de las ocho de la mañana del domingo la brigada municipal empieza a limpiar la zona, siempre quedan algunos restos».

El concejal por UM en Muro Rafel Gelabert admite que el Ajuntament ha vuelto a recibir quejas por parte de los vecinos. Sin embargo, y refiriéndose a la fiesta de Sant Vicenç que se celebró el pasado lunes, Gelabert recuerda que ésta «es una fiesta que se hace en la calle».

Respecto a la actuación del Consistorio, el edil de Fires i Festes explica que el Consistorio «estudia el cumplimiento de los horarios y demás normativa por parte de los bares y discotecas», a la vez que el martes remitió una carta a la Delegación del Gobierno para pedir más refuerzos policiales. Gelabert también afirma que el Ajuntament se reunió ayer con los propietarios de una discoteca y aseguró que «se está trabajando para solucionar el problema».