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Porreres se convirtió ayer en la capital de la agricultura ecológica de Mallorca. Así, el pueblo fue el punto de encuentro de los consumidores de este tipo de productos. Pero en Porreres no sólo se pudo comprar y vender. Conferencias, talleres y degustaciones sirvieron durante todo el día para saborear, tocar y conocer los productos ecológicos que se hacen en estas tierras.

El Parc de n'Hereveta acogió los más de treinta expositores que formaron la feria de ayer. Los buenos productos no faltaron y se pudo encontrar de todo, desde ropa hecha con algodón de cultivo ecológico o fruta y verdura llevadas directamente del huerto hasta vinos galardonados con premios internacionales, jabones o piensos ecológicos para animales.

La consellera d'Agricultura, Mercè Amer; el conseller de Medi Ambient, Miquel Àngel Grimalt, y la consellera insular de Medi Ambient, Catalina Julve, acompañaron el alcalde de Porreres, Bernat Bauçà, y los representantes de la Associació de Producció Ecològica de Mallorca en el recorrido por la feria. Todos destacaran la importancia de los actos «que surgen de los productores y de la gente que trabaja la tierra con el respeto y el amor que se merece».