Cristophe Bonhoure, ciudadano francés de 44 años y con tres hijos, se pondrá el lunes en huelga de hambre delante del Ajuntament de Sóller para llamar la atención y denunciar «una gran injusticia que me arruinará la vida, el honor y la economía familiar».
La decisión, que este hombre anunció ayer al alcalde, Josep Ll. Colom, la ha tomado después de que el Consistorio aprobara en marzo de 2009 declarar la caducidad de la licencia de su casa construida en 2006 en una zona de olivar, licencia otorgada según un proyecto de ejecución que superó todos los trámites, en un lugar que, a raíz de una inspección realizada por un agente de Medio Ambiente cuando la casa ya estaba acabada, resultó que estaba dentro de una ANEI, zona totalmente inedificable.
Los hechos se remontan a hace cuatro años cuando Bonhoure -que hace más de 20 años que pasa sus vacaciones en el Valle- adquirió Ses Rotgeres, una finca que tenía autorizada una edificación desde el año 1998 en base a un proyecto básico.
El nuevo propietario condicionó la compra a que fuera posible actualizar esta licencia según la normativa actual y así lo consiguió presentando un proyecto de ejecución del que Bonhoure remarca que «lo acompañé de un plano topográfico en el cual se situaba exactamente la edificación». El Ajuntament dio por bueno este proyecto, al parecer sin advertir que estaba situado dentro de una zona inedificable por su máxima protección.
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