Varios ayuntamientos de la Isla se endeudan para poder hacer frente al pago a proveedores

Varios ayuntamientos de Mallorca se han acogido al Real Decreto que publicó el Gobierno central en abril pasado con el fin de que los consistorios del Estado puedan pagar la deuda que mantenían con sus proveedores. El decreto permite a los ayuntamientos realizar un préstamo el importe del cual se debe destinar a abonar facturas pendientes de pagar anteriores al 31 de diciembre de 2008. La medida persigue, por una parte, introducir liquidez en el mercado en tiempos de crisis y, por otra, que los ayuntamientos liquiden la deuda contraída con sus proveedores. Dicho en otras palabras, se trata de endeudarse con los bancos para liquidar la deuda con las empresas proveedoras.

El decreto obliga también a los consistorios a elaborar un plan de saneamiento a varios años vista que asegure la devolución del préstamo y la toma de medidas para evitar endeudarse más.

En la comarca de Inca, el Ajuntament de sa Pobla fue el primero a tramitar un plan de saneamiento a seis años. El Consistorio aprobó un préstamo de casi tres millones de euros el cual permitiría liquidar la deuda existente con las empresas. El plan va acompañado de medidas destinadas a limitar el gasto municipal en los capítulos primero (personal) y segundo (gasto corriente) de los presupuestos y de modificaciones en la recaudación de algunos impuestos. Concretamente, se prevé un incremento del impuesto de circulación y una bajada gradual -aunque el importe recaudado total se incrementará gracias a la revalorización de catastro- del Impuesto de Bienes Inmuebles. El plan de saneamiento fue muy criticado por la oposición, que lo calificó de «plan de espolio».

Otros ayuntamientos de esta comarca que han aprobado la tramitación de préstamos y la elaboración de planes de saneamiento son Binissalem, Pollença y Búger. En el caso de Binissalem, el pleno aprobó este mes contraer una deuda con el banco de 4,2 millones de euros para «poder poner esta cantidad en la calle en tiempos de crisis», según explicó el alcalde Jeroni Salom, durante el pleno en que se aprobó la medida.