Una historia de emigrantes

«La idea surgió de Josep A. Morell, historiador local, y de Pere A. Serra, presidente de publicaciones del Grup Serra, quienes conocían el trabajo que Joan Estades realizó durante toda su vida, elaborando a partir de los padrones largas listas de nombres de los emigrantes que salieron de Sóller desde el siglo XIX hasta la Guerra Civil», explica Antoni Quetglas, que dedica su tesis doctoral a este tema, «se trataba, con este libro, de dar un contexto a estos listados, un trabajo hasta ahora inédito, y un homenaje al trabajo de Estades».

La obra sirve para constatar como miles de sollerics emigraron a diversos países de América, Europa y Àfrica, con Puerto Rico y Francia como destinaciones principales, algo que tuvo una influencia determinante en el semblante del Valle.

El capital extranjero dejó huellas en la sociedad del momento, y permanece todavía en la vida de Sóller y en sus edificios. Por un lado, las casas de estilo colonial se caracterizaban por sus grandes jardines, mientras que las de los franceses se hacen reconocibles por la huella del Modernismo. Un ejemplo de ello es Can Prunera, casa que se convertirá el mismo 24 de agosto en centro de interpretación del Modernismo, construida a partir del capital que Joan Magraner Prunera obtuvo de su negocio de fruta en Francia. También se mantiene la influencia del francés en el catalán hablado en la zona. Quetglas destaca como «muchos de los que partieron deseaban regresar a Sóller, por ello compraban casas, huertos u olivares, para su retiro».

El coautor del libro agradece la colaboración de la familia de Joan Estades y destaca que «posiblemente en las listas de Estades está la historia del 90% de los emigrantes del Valle a lo largo de cien años».