TW
0

Un año más los enmascarados de Can Picafort saldrán impunes de la suelta ilegal de patos vivos durante el día de la Mare de Déu d'Agost. Así se desprende del informe que han llevado a cabo la Policía Local y la Guardia Civil de Santa Margalida, que ha concluido no poder identificar a los responsables de la suelta de patos vivos. Según el alcalde de Santa Margalida, Martí Torres, los causas que han impedido su identificación vienen dadas por «la gran distancia que separaban a los agentes de los enmascarados, la rapidez con la que actuaron y el disfraz que llevaban».

Y es que para evitar la suelta de patos vivos, este año desde el Ajuntament de Santa Margalida se puso en funcionamiento un dispositivo especial para controlar los diferentes puntos susceptibles de actuación por parte de los enmascarados.

Tres agentes custodiaron el puerto deportivo de Can Picafort, dos agentes más vigilaron las aguas de Son Serra de Marina, cuatro agentes estuvieron posicionados en las rocas, y en el paseo marítimo de Can Picafort se coordinaron diferentes policías y guardia civiles vestidos con traje oficial y también de paisano.

Pero aún así, el sábado por la mañana, dos hombres ataviados con disfraces y subidos a dos motos acuáticas, se abrieron paso entre las aguas de Can Picafort y soltaron una veintena de patos vivos pese a la prohibición existente. Martí Torres manifiesta que con toda seguridad «los enmascarados llegaron procedentes de las aguas del Port d'Alcúdia, ya que ningún agente avistó a los enmascarado salir de aguas de Santa Margalida». El alcalde asegura que «el Ajuntament está totalmente al margen de la suelta de patos vivos, aunque entiende el fervor popular que existe. »