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El Ajuntament de Pollença ha abierto un expediente de caducidad de la licencia de obras que otorgó en agosto de 2005 al empresario Alfonso Cortina para construir su mansión de veraneo en Formentor, lo que podría derivar en la anulación de dicha licencia e incluso en un derribo parcial de la vivienda. Así lo confirmó ayer el alcalde de Pollença, Joan Cerdà.

El Ajuntament ha comprobado que Cortina ha ocupado irregularmente la vivienda durante el verano sin tener el final de obra y sin que se haya realizado la dotación de servicios de la urbanización, incumpliendo así una de las condiciones que impuso el Ajuntament en 2005 para conceder la licencia de construcción.

A raíz de la denuncia de un vecino de la urbanización, que alertó hasta en cuatro ocasiones a la Delegación de Gobierno, al Ajuntament y a la Policía Local de que la vivienda había sido ocupada a principios de agosto, el Ajuntament ha enviado al celador municipal a la zona y una vez comprobados los hechos ha encargado un informe jurídico que es el que ha dado lugar a la apertura del expediente de caducidad. Cuatro han sido las denuncias formuladas contra la ocupación datadas el 3 de agosto, el 17 de agosto, el 24 de agosto y el 1 de septiembre. La mansión tiene además pendiente el final de obras a la espera de que su propietario subsane toda una serie de deficiencias detectadas por el Ajuntament.

Si finalmente se decreta la caducidad de la licencia concedida por el Ajuntament en agosto de 2005 para legalizar la vivienda el promotor deberá solicitar una nueva licencia y ajustarse a la normativa urbanística actualmente en vigor más restrictiva en lo que se refiere al volumen de los edificios.

La adaptación del Plan General de Ordenación Urbana de Pollença al POOT vigente desde mayo de 2008 establece un volumen máximo edificable por parcela de 2.100 metros cúbicos y suprime el permiso para construir una vivienda de servicio. Incorpora además la obligación de plantar 5 pinos por cada pino que tenga que ser derribado.