El Ajuntament de Bunyola está indignado por no haber sido invitado formalmente a la apertura al público de Raixa el pasado sábado. Y así dejó constancia en una moción de urgencia aprobada en el pleno del pasado martes, en la que el equipo de gobierno 'popular' considera, además, una «falta de respeto» del Consell y de la Fundación Biodiversidad hacia la institución y el pueblo de Bunyola. La oposición se abstuvo.
El Ajuntament, en la misma moción, insta a los dos organismos a formar parte del órgano de gestión de la finca, así como a que sea convocado e invitado formalmente a los actos públicos que en ella se realicen. El alcalde, Jaume Isern (PP), fue convocado a la inauguración el pasado viernes por la tarde por teléfono. Él decidió no ir, pero sí fue Ramón Oliver, alcalde pedáneo de Palmanyola, también 'popular'.
«La indignación es aún mayor por los vecinos del municipio que, a pesar de tener todo el derecho del mundo, no fueron invitados a la inauguración», señala Isern en un comunicado. Y prosigue: «Económicamente y legalmente la finca de Raixa es del Consell de Mallorca y de la Fundación Biodiversidad, pero moralmente es de todos los bunyolins».
No es la primera vez que el Consistorio de Bunyola solicita formar parte del órgano de gestión. Ya lo hizo hace un año a raíz de una moción de ERC, pero nunca ha sido convocado.
Por otro lado, el Ajuntament de Bunyola está tramitando la licencia de actividades y de apertura de la finca. Los permisos, uno supeditado al otro, se solicitaron hace tiempo, pero lo cierto es que aún no están otorgados.
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