La jueza del Juzgado Contencioso Administrativo de Palma sólo ha estimado 3 de las 28 denuncias interpuestas por vecinos de Manacor contra los ruidos que provocan los bares de ocio nocturno.
El tribunal ha condenado al Ajuntament de Manacor a indemnizar con 30.000 euros a tres vecinos de la calle del Fum, al reconocerles daños y perjuicios por los ruidos emitidos por un bar de la zona de la avenida del Torrent, lo que ha supuesto la imposibilidad de disfrutar de su vivienda junto con un sufrimiento moral y físico como la ansiedad.
Hay que recordar que estos vecinos aportaron unas 400 firmas que denunciaban la situación de los ruidos nocturnos en el centro de la ciudad. Por lo que se refiere a los contenciosos desestimados, la jueza ha reprochado que diferentes recurrentes ni siquiera vivan en los domicilios afectados, a la vez que entiende que no ha habido pasividad por parte del Ajuntament ante las quejas de los recurrentes.
Gravedad
En la sentencia queda claro que sólo en el expediente realizado por el ingeniero municipal en una casa del calle Fum, donde vive la familia formada por Joan Febrer Riera, Joana Mayol Miró y su hija Antònia Febrero Mayol, se constata una situación grave y continuada. Es decir, que se prueba que las habitaciones que lindan con el bar Grimmi's provocaban molestias a la familia antes citada.
Además, la jueza va mucho más allá y afirma que «los ruidos que nos ocupan no tienen un origen difuso y no limitado en una sola fuente de producción, la saturación acústica realmente soportada es el resultado de una acumulación de ruidos que, según las mediciones practicadas provienen todas ellas de la actividad nocturna de la zona de ocio de los bares del centro de Manacor».
Con todo, la sentencia reconoce el derecho a la protección de los derechos fundamentales a la salud y a la intimidad domiciliaria y por ello percibirán 10.000 euros cada uno de los miembros de esta familia que vive a la calle Fum, justo al lado el bar Grimmi's, que se ubica en la avenida del Torrent de la ciudad de Manacor.
Del mismo modo, desestima las 25 denuncias restantes que se presentaron en su día por otros vecinos, aunque todo parece indicar que no se presentaron con la fuerza legal necesaria como para poder conseguir indemnización alguna.
A todo ello hay que añadir que hace casi un año, en octubre del pasado, el Ajuntament de Manacor clausuró a 8 bares de ocio nocturno por no contar con los permisos necesarios y por emitir ruidos fuera de los límites establecidos por la legalidad.
A día de hoy se ha conseguido que toda la oferta esté regulada legalmente y muy pronto también se podrá comenzar a aplicar la ordenanza que prohibe el botellón en la vía pública. Más medidas que ayudan a la conciliación del derecho al descanso y al ocio nocturno durante los fines de semana en la ciudad.
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