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«Es el primer pleno al que acudo como público en Santa Margalida y nunca antes había visto algo como esto, es increíble, indignante». Un vecino de Can Picafort, residente en el municipio desde hace seis meses, hablaba así ayer al concluir precipitadamente la sesión plenaria del Ajuntament después de que el portavoz de UM de Santa Margalida, Joan Monjo, llamara «beneitarro» al delegado de Can Picafort y regidor de Urbanisme, Bernat Amengual.

A partir de ahí todo son opiniones. Mientras que el alcalde, Martí Torres y el regidor Amengual justifican su decisión de interrumpir el pleno en los insultos recibidos, los partidos de la oposición Independents, UM y PSOE tildan la decisión del alcalde de «atentado a la democracia» y denuncian que «estamos viviendo uno de los momentos más antidemocráticos de las últimas legislaturas».

La interrupción del pleno se produjo cuando se debatía una moción de UM para analizar los expedientes de infracción urbanística abiertos desde 2007. Monjo acusó al alcalde Torres y al regidor Amengual de prevaricar al utilizar los expedientes urbanísticos para hacer «clientelismo».

El regidor de Urbanismo explicó que en el último año se han abierto 66 expedientes de infracción urbanística y 3 de actividades.