El alcalde de Pollença, Joan Cerdà (UM), decidirá hoy si expulsa al PSM del equipo de gobierno municipal, con el visto bueno de sus socios del PSOE, después de que el portavoz nacionalista y regidor de Cultura, Bartomeu Cifre, saltara el lunes la barrera de acceso a la finca de Ternelles incumpliendo una orden expresa del alcalde y de la Policía Local.
El PSM, con un regidor, no es numéricamente necesario en el gobierno de Pollença ya que los cinco regidores de la coalición UM/UNPI y los cuatro regidores del PSOE suman una mayoría suficiente para gobernar. De hecho la inclusión del PSM en el equipo de gobierno, sin ser numéricamente necesario, fue una apuesta personal de Joan Cerdà en junio de 2006, dado el buen entendimiento que existía con el entonces portavoz del PSM local, hoy director insular de Patrimonio, Gabriel Cerdà, que asumió la regiduría de Cultura y parte de las responsabilidades de la empresa municipal de servicios. Se reeditaba así el pacto que UM/UNPI, PSOE y PSM habían mantenido en la legislatura 1999-2003. La relación se fue enfriando hasta que Gabriel Cerdà renunció al cargo a principios de 2009 cediendo su puesto al número dos del PSM, Bartomeu Cifre.
Joan Cerdà y Bartomeu Cifre, se reunieron anoche durante cerca de una hora para tratar de buscar una salida a la crisis, pero la reunión se cerró sin acuerdo. El portavoz del PSM no solo no se disculpó sino que además pidió explicaciones al alcalde sobre porqué había enviado a la policía local a Ternelles limitando el paso por el camino a 20 personas, una decisión con la que Cifre dijo no estar en absoluto de acuerdo. «El alcalde no me ha comunicado oficialmente su decisión, supongo que lo hará entre esta noche y mañana», dijo Cifre.
El distanciamiento del PSM con sus socios de UM y PSOE no es nuevo. De hecho el alcalde, Joan Cerdà, tardó dos semanas en firmar el decreto de delegación de las competencias de Cultura a Bartomeu Cifre cuando este relevó a Cerdà molesto porque el PSM había votado con Alternativa Esquerra Unida Els Verds, cuyo portavoz, Pepe García, lidera la oposición más dura de Pollença, algo que Joan Cerdà siempre ha considerado como una falta de lealtad institucional.
La decisión de Bartomeu Cifre de saltar junto con Gabriel Cerdà, Gabriel Barceló, Antoni Alorda y el conseller de Mobilitat, Gabriel Vicens, la barrera de acceso a la finca de Ternelles, es ahora la gota que colma el baso.
Si hoy no se produce la destitución, la asamblea local del PSM podría aprobar el lunes su salida voluntaria del gobierno.
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