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Los vecinos de la urbanización ses Rotgetes de Canet manifestaron el pasado miércoles su oposición frontal al pago de contribuciones especiales por las obras de mejora que pretende emprender el Ajuntament d'Esporles. El Consistorio presentó el proyecto de rehabilitación y mejora de esta urbanización a la convocatoria de la Conselleria d'Habitatge i Obres Públiques sobre barrios para el que ha obtenido ayudas.
El proyecto, que se explicó esta semana, tiene un presupuesto de 881.046,81 euros y está financiado en un 60 por ciento por la Administración. Supone principalmente la construcción de la primera fase del alcantarillado, mejoras en el alumbrado urbano, accesibilidad, zonas ajardinadas y telecomunicaciones, así como la reconversión local y la creación de zonas.
A la reunión fueron convocados los residentes de ses Rotgetes de Canet y Jardín de Flores, aunque son los primeros los más afectados por las obras, ya que no disponen del alcantarillado.
Las contribuciones especiales supondrían el pago de 4.000 euros para 36 parcelas y otros 1.000 euros para otras 180 parcelas. Estas serían las cantidades iniciales por la ejecución de la primera fase de las obras de alcantarillado.
Discriminación
Los vecinos manifestaron en la sentirse «discriminados», pues entienden que «se han hecho muchas cosas en el pueblo, pero no en las urbanizaciones», indicó ayer Mauricio González, presidente de la Asociación Jardín de Flores.
El alcalde, Miquel Ensenyat, escuchó las críticas de los vecinos y se comprometió a enviarles una carta para que decidan sí quieren o no el proyecto. A juicio de los residentes, dinero del 'Plan E' del Estado se podía haber destinado a las urbanizaciones, donde residen en torno a 800 vecinos, y no consideraron necesaria la construcción de un campo de futbito.