El riesgo de corrimiento aún persiste en la montaña de la carretera Andratx-Estellencs

El riesgo de corrimiento de la falda de la montaña por la que transcurre la carretera Andratx-Estellencs aún persiste. Así lo puso de manifiesto ayer el conseller d'Hisenda, Obres Públiques i Innnovació, Antoni Alemany, quien aseguró que con las lluvias de estos días empeora la situación.
Según el informe geotécnico elaborado por los técnicos, en esta zona hay tres franjas de tierra de la montaña en movimiento. Una de ellas ya cayó esta semana, hundiendo la carretera diez metros. «Las otras dos son más profundas, aunque se han movido poco. El movimiento de éstas es más lento y se puede evitar que caigan mediante micropilotajes para sujetarlas a la montaña que realizan empresas especializadas».
De momento, iniciar la reconstrucción de la carretera, hasta conocer la profundidad de estas masas de montaña en movimiento, es precipitado, pero esta misma semana comenzarán los trabajos de construcción de unas rampas para el acceso de las máquinas a la zona de la carretera afectada. Una empresa de la Península se encargará de llevar a cabo la compleja obra a través de un contrato de emergencia.
En principio, según preciso Alemany, el objetivo es, si se pueden estabilizar estas vetas de la montaña, recuperar el mismo trazado de la carretera. Y si no es posible se variaría, aunque sólo 3 ó 4 metros del actual. En cualquier caso, los trabajos no serán inferiores a dos meses ni superiores a tres meses, y costarán entre 500.000 y un millón de euros.
El Consell no ve posible un paso provisional como se pide desde Estellencs. «No podemos abrir un acceso provisional sin garantías de que no se vaya para abajo».
En octubre del año pasado ya se detectaron las primeras grietas y se procedió a su asfaltado. Según Alemany, no era posible predecir entonces lo que pasaría. «Era un indicador, pero no se podía saber».
No es ésta la única carretera de la Serra susceptible de posibles desprendimientos. De hecho, éstos son continuos a lo largo de la Ma-10. El Departement de Carreteres, que dispone de 10 millones de euros procedentes del Estado, redacta un informe con las actuaciones más urgentes.