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La falta de mayoría impidió al equipo de gobierno PSOE-UM en el Ajuntament de ses Salines aprobar la resolución de las alegaciones presentadas a los presupuestos de 2010, así como la aprobación definitiva de las cuentas y de la plantilla municipal.
La ausencia del regidor de Hacienda, Antoni Perelló, por motivos laborales, evidenció el descontrol existente entre en el seno del pacto en minoría, a lo que hay que sumar las desairadas desavenencias entre no sólo sus miembros sino también entre los ediles de los mismos partidos.
Al no haberse aprobado los nuevos presupuestos, ses Salines continuará estirando de las cuentas de 2008, puesto que los de 2009 tampoco se llegaron a aprobar nunca, hasta la aprobación definitiva de los de 2010 que, previsiblemente, volverán a ser debatidos en pleno el próximo mes.
Consecuencias
Pero más grave y fuera de lugar será la situación política si no se aprueban las alegaciones, un hecho más que probable puesto que el pacto está en minoría. Y es que ante la previsión de que Bartomeu Lladonet (UM) asumiera la Alcaldía, los presupuestos prevén que Lladonet, como alcalde, cobrase un sueldo como primer edil más dietas, mientras que el socialista Sebastià Burguera no tendría asignación económica -cuenta con una comisión de servicios como funcionario- al no preverse tampoco dieta alguna.
Ante la imposibilidad de llevar a cabo el relevo en la Alcaldía, se podría dar el caso que Burguera fuera alcalde hasta final de mandato sin cobrar ni un solo euro.
La división en UM también se hizo patente en el pleno. Mientras Bartomeu Lladonet entregó al resto de formaciones una propuesta para modificar el reglamento de la ORA en la Colònia de Sant Jordi para ser estudiada, Joan Salvà presentó, por su cuenta y por vía de urgencia, el mismo documento que pretendía consensuar Lladonet.