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La presidenta de la agrupación local de Unió Mallorquina (UM) en Calvià, María José Rodríguez, manifestó ayer que la idea del alcalde Carlos Delgado (PP), de construir un palacio de congresos en Costa de'n Blanes (el segundo de la Bahía de Palma contando el que se está construyendo en Palma) «denota la megalomanía» del primer edil.
Rodríguez aseguró que «este señor», en referencia a Delgado, «es un megalómano que utiliza el turismo como excusa para priorizar sus intereses personales por encimas de las necesidades del pueblo. Es la antítesis de lo que debe ser un político perfecto», remachó.
La presidenta nacionalista considera que en tiempos de crisis económica como los actuales, «las administraciones no deben duplicar funciones ni infraestructuras». Es por ello que considera que la construcción ahora de un palacio de congresos en Costa de'n Blanes es totalmente innecesaria. Máxime cuando a pocos kilómetros -frente a la playa de ca'n Pere Antoni en Palma- el reputado arquitecto Patxi Mangado está construyendo otra infraestructura similar con capacidad para 2.000 personas.
María José Rodríguez opina que es el momento de priorizar el gasto público y que no es lógico ejecutar según que proyectos sin tener cumplidas otras necesidades básicas para el municipio.
Por otra parte, el portavoz de UM en el pleno del Ajuntament de Calvià, Maties Cantarero, imputó al alcalde la incapacidad en esta legislatura de atraer inversiones hacia el municipio y de intentar maquillar sus deficiencias diciendo que es «ninguneado» por el Govern».
En cuanto al proyecto de construcción casi simultánea de un segundo palacio de congresos en la Bahía de Palma, Cantarero echó mano del argot poquerístico asegurando que en esta operación Delgado «va de farol».
Según el edil nacionalista, el propio alcalde sabe que «no llegará a hacer nada» y que utilizará el fracaso del proyecto «para hacerse la víctima» ante los ciudadanos de Calvià y cargar de nuevo contra las instituciones supramunicipales.
Finalmente, Maties Cantarero expuso que la idea de la construcción de otro palacio de congresos en Costa de'n Blanes es una muestra más del gusto de Delgado por las «obras faraónicas» que, «o no se concretan, o no se les saca el rendimiento adecuado», sentenció.