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PP y UM buscan fórmulas para que el proyecto de campo de golf de Son Bosc (Muro) sea una realidad, y PSOE y Bloc hacen lo propio para todo lo contrario. Esta división se puso de manifiesto una vez más en la Comissió d'Ordenació Territorial celebrada ayer en el Parlament, en la que salió adelante la proposición de ley para declarar de interés autonómico la construcción del campo de golf, que se debatirá en el pleno de la Cámara balear el próximo martes. UM dio su apoyo al PP para rechazar las enmiendas del Bloc.
El 'popular' Critòfol Huguet defendió la necesidad de garantizar la institución jurídica de la licencia de obras. «Una vez otorgada no hay que invocar otras instancias para echar atrás una licencia; eso espanta a los inversores».
Respeto
«Hay que respetar las instituciones jurídicas propias de una sociedad democrática», indicó Huguet, quien criticó que «es incomprensible actuar en una línea y ahora en otra», refiriéndose al cambio de política entre el ex conseller de Medi Ambient Miquel Àngel Grimalt (UM) y el actual Gabriel Vicens (Bloc).
Josep Melià, portavoz de UM, también se mostró especialmente crítico con el Govern y tildó de «perversión política» crear figuras de protección para impedir el campo de golf. . «En época de crisis es poco serio modificar el ámbito de protección para prohibir esta inversión».
Frente a estos argumentos, Antoni Alorda, en representación del Bloc, apeló a los numerosos informes académicos, científicos, así como jurídicos e internacionales, que defienden el valor medioambiental de esta zona de la Isla. «La normativa europea apunta que de ninguna manera pueden desaparecer valores naturales».
El socialista Joan Bonet planteó los valores medioambientales como alternativa turística. «El propio entorno turístico considera que los 22 campos de golf en Mallorca son más que suficientes».
El Parlament aprobará el interés autonómico del proyecto pocos días después de que la Conselleria de Medi Ambient anunciará la ampliación de la zona Zepa de aves que frenará el golf.