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El alcalde de Inca, Rafel Torres, anunció ayer que implantará de un nuevo sistema de reparto de las horas extraordinarias del personal municipal, dentro de la política de contención económica que inició a su llegada a la Alcaldía el pasado mes de junio.

Torres responde así a la denuncia del Bloc que ha hecho público el listado de horas extraordinarias que el Ajuntament ha abonado a sus empleados entre enero y mayo de 2010 y que ha supuesto un gasto total de 110.457 euros de los que un solo empleado de la brigada ha cobrado 12.962,78 euros.

El alcalde, consciente de que el pago de más de 80 horas extras anuales por empleado es contrario a la ley, asegura sentirse «víctima de una campaña de desprestigio, hablan de ilegalidad cuando si hay alguien que ha movido ficha para arreglar esta situación que hace años que se produce en el Ajuntament d'Inca, ese he sido yo».

«Tenemos claro que hay que revisar el sistema de las horas extraordinarias pero hay que hacerlo de la mano de los sindicatos porque hay que hacerlo dentro del convenio y sin que ello suponga un empeoramiento del servicio que se presta. Tenemos personal de guardia las 24 horas, siempre localizable, por si hay una avería de agua, por ejemplo, y eso tiene un coste. Hay un retén que tenemos que pagar ¿qué si es caro? eso depende de lo que se utilice el servicio», añade el alcalde de Inca.

El Bloc denunció especialmente el caso de un trabajador de la brigada que en cinco meses ha cobrado 12.962,78 en concepto de horas extraordinarias pese a las advertencias de la Secretaría y de Intervención. Este trabajador facturó una media de 2.600 euros mensuales en concepto de horas extraordinarias entre enero y mayo de 2010, dinero que se suma a su nómina habitual.

El Bloc sospecha que «el Ajuntament mantiene la paz de la brigada comprando el silencio de los trabajadores con dinero público».