Bartomeu Galmés, a la izquierda, reprende la actitud del alcalde Lladonet. | Guillem Mas

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El recién nombrado regidor de Personal del Ajuntament de ses Salines, Bartomeu Galmés (NIL), desveló en el pasado pleno que los funcionarios y empleados municipales «sólo trabajan 30 horas a la semana e incumplen por ello la ley de manera sistemática cuando la jornada laboral es de 37 horas».

Galmés puso sobre la mesa este tema para conocer cuál era la postura pública de sus socios de gobierno -PSOE y UM- y la de los partidos de la oposición -PP y SU- al respecto. Sorprendentemente, el alcalde Bartomeu Lladonet (UM) despachó el tema con un «hoy no toca, votemos el punto de la reducción del sueldo de los funcionarios», mientras que el regidor de Hacienda, el socialista Cosme Orell, apeló a que «hay acuerdos con los trabajadores que se tienen que cumplir».

Desde el NIL se recordó a PSOE y UM que «no se puede llevar a cabo ningún acuerdo con los trabajadores del Ajuntament que vulnere la ley y este es un caso flagrante». Además, Galmés insinuó que «incluso ha habido intentos de otorgar más días de vacaciones a algunos trabajadores, otra ilegalidad a sumar».

Negociación

Por su parte, el PP apostó por debatir el tema «en la mesa de negociación de los funcionario, el pleno no es el lugar idóneo», mientras el regidor de Personal reprendió a la portavoz popular Maria Bonet manifestando que «la ley no se debate en ninguna mesa de negociación, la ley se cumple y punto tanto si nos gusta como si no».

Galmés finalizó su intervención afirmando que «la situación de incumplimiento de la jornada laboral es extrapolable al hecho que en el pleno hemos votado la reducción del cinco por ciento de los funcionarios como medida anticrisis por una ley del Gobierno de Madrid, y dos días más tarde negociamos con los funcionarios dejar sin efecto este decreto ley. El problema es que nadie afronta esta situación de caos».