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El colectivo para la defensa de los derechos de los animales, Anima Naturalis, ha denunciado hoy que veinte de sus integrantes fueron insultados y recibieron escupitajos y lanzamiento de huevos durante una manifestación en contra del «correbou» que tuvo lugar ayer por la tarde en Fornalutx.

Según informa hoy la asociación en un comunicado, la luna trasera del vehículo de uno de los manifestantes quedó destrozada mientras éstos huían del municipio a causa de la actuación de sus vecinos.

Anima Naturalis lamenta el recibimiento al que fue sometido el grupo de activistas que fue a protestar por lo que considera que es un maltrato animal.

Asimismo, la entidad lamenta que los regidores del Ayuntamiento de Fornalutx presentes en el acto les tacharan de «provocadores» y defendieran «la violencia de sus vecinos», algo que la organización considera «inaceptable».

Hechos

El Fornalutx tranquilo que eligen muchos turistas para su descanso desapareció ayer durante unos momentos. Unas doscientas personas acudieron para realizar una contraprotesta a la performance que Anima Naturalis tenía que realizar en la plaza del pueblo y cuyo objetivo era protestar contra los espectáculos taurinos, en particular contra el correbou de Fornalutx, la única fiesta de estas características que a día de hoy se conserva en la Isla.

Los antitaurinos desplegaron una pancarta con lemas contra el maltrato animal y realizaron una performance en la que uno de ellos, semidesnudo y con el cuerpo pintado de negro, simulaba ser un toro atado con una cuerda y tirado por dos mozos, emulando lo que se hace durante el correbou . Los vecinos de Fornalutx y algunos de Sóller, entre los que se encontraban niños y dos concejales del pueblo, respondieron con insultos a la manifestación antitaurina, incluso se llegaron a lanzar huevos y escupitajos a los animalistas.

Violento final

Al finalizar la actuación, los activistas tuvieron que ser escoltados por la Guardia Civil para poder abandonar la plaza, momentos en los que empezaron las escenas más tensas, ya que para que los manifestantes pudieran acceder a sus vehículos los guardias se vieron obligados a barrar el paso a los contramanifestantes. Después, cuando se volvió a permitir el acceso, un grupo de personas muy nerviosas respondieron al gesto de uno de los animalistas que se encontraba dentro de un coche con el lanzamiento de huevos y otros objetos, llegando incluso a romper la luna trasera de uno de los vehículos. Durante la intervención de la Guardia Civil, hubo algunos forcejeos en los que un agente resultó herido con algunos rasguños leves. Los agentes, además, cargaron contra uno de los manifestantes del pueblo.

El alcalde, Joan Albertí, lamentó el resultado final de la manifestación, aunque aseguró que los manifestantes «habían venido a provocar», y quiso destacar la actuación de la Guardia Civil, «han hecho muy bien su trabajo».

Permisos

Por su parte, el coordinador en Mallorca de Anima Naturalis, Ismael López, consideró la contraprotesta «desproporcionada» y quiso destacar que «a diferencia de nosotros que teníamos los pertinentes permisos de la Delegación del Gobierno para realizar la manifestación, los contramanifestantes no tenían ninguna autorización». Tras salir del pueblo, los activistas se dirigieron al cuartel de la Guardia Civil de Sóller para denunciar los daños materiales causados.