Axel Ball, un ciudadano alemán que lleva 35 años viviendo en Mallorca y es muy conocido en Sóller y Deià es uno de los cuatro afectados por la sentencia que este mes de diciembre acabará con dos de las cuatro casas de Llucalcari construidas entre 1987 y 1989 y que en su momento fueron denunciadas por el GOB. Por primera vez en los 22 años que ha durado este largo proceso y cuando la demolición ya es cuestión semanas, ha querido contar su versión.
Ante todo asegura que «este caso va a crear un precedente muy grave porque solamente en la Serra de Tramuntana hay más de 700 casas en la misma situación que las nuestras. Sus propietarios no podrán estar tranquilos porque ante una denuncia podrían verse envueltos en un proceso como el nuestro con este triste final».
Licencias
Ball recuerda que en 1987 «los cuatro propietarios de Can Simó, el escritor Fernando Schwartz, yo mismo y otros dos ciudadanos alemanes, solicitamos licencia para construir las respectivas casas, obtuvimos todos los permisos del Ajuntament, del Consell y del Govern». Aún así, «por una denuncia de una vecina a la que le gustaba pasear por aquí, el GOB encontró un hueco legal: faltaba un permiso estatal por ser Paisaje Pintoresco y las casas debían tener un plan especial de protección, un requisito que ignoraba el Ajuntament de Deià y todos los de la Serra, que continuaron otorgando licencias sin este trámite».
Visiblemente afectado Ball enseña su casa -de 250 metros cuadrados construidos y situada en un lugar paradisíaco- al tiempo que señala que «desde hace más de seis años no había regresado.
La finca, antes un olivar cuidado está ahora abandonada». Aún así recuerda que «soy el menos afectado ya que tengo otra vivienda y mi vida y la de mis seis hijos está resuelta; pero otra casa afectada es de una pareja ya mayor, también alemanes, que no tienen ningún lugar donde vivir».
Alex Ball afirma que «las casas han sido tildadas sistemáticamente de ilegales cuando en realidad no lo son y buena prueba de ello es que la administración asume íntegramente el coste de su derribo». Este hecho, añade, «ha dañado nuestra imagen y incluso Fernando Schwartz, que construyó el más grande de los cuatro chalets, fue expulsado de la asociación de vecinos de Llucalcari por la supuesta ilegalidad».
Cuando la lucha se da por perdida, recuerda que «en estos 22 años he gastado más en abogados que lo que me costó hacer la casa», una vivienda que alquilaba y en la que también pasaban temporadas largas sus padres.
De momento solamente una de los afectados ha presentado demanda de indemnización. Los demás esperan tener «la orden de demolición» aunque ya saben que con toda probabilidad «llegará esta semana». Ball se siente agradecido con el Ajuntament «por el apoyo que siempre nos han dado» y asegura que «el dinero público destinado a estas demoliciones no bastará y además nadie apoya una actuación como esta en tiempo de crisis ya que no beneficia absolutamente a nadie».
48 comentarios
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enric, no puedes ser enserio? los olivares y todo el terreno serian destrozados por el publico y los que hacen fuegos cada dia y noche por aya si Axel Ball no pueso el dinero en la zona... ademas, todos los que viven en Soller y Deia usan la carretera que el mismo constructo... y de eso que?
Toda la vida especulando,desde que llegaste sin nada como arquitecto d'es Moli,hasta hoy!A todo cerdo le llega su San Martin!Pide ayuda a todos esos alcaldes de Deia ke te ayudaron tanto!Que verguenza,y todavia tienes los huevos de hablar!Si tienes que hablar habla de lo que sabes bien... Donde están los olivos milenarios que arrancaste y ses marjades que te pasaste por el forro;y el camino de toda la vida???Pidele ayuda a tu Fernandito Schwartz y làrgate a tu Alemania de una vez y dèjanos tranquilos....
Me siento deyenec , por lo cual yo creo que lo que estan haciendo con los propietaris de los chalets de Llucalcari es una aberricidad,ahora a quie toca desrribar se lo an estado pensando en Deia hay el 70% que esta en la misma situacion,Ah y a esta señora afincada en la finca superior a Llucalcari que enseñe l cara que tal vez su finca esta en la misma situacion
En Ball sabia que ses cases ere ilegals, i es "camí agrìcola" que va fer també. Ell feia feina amb sa colusió de Francesc Salas, ex-batle de Deià. Son els culpables, no els vicimes!
Animo Axel. Te recuerdo que la corrupcion de UM el detonante fue el ex-presidente del Barcelona, que se habian burlado de el. Se han burlado de ti, Axel ?
Oli Miro eres un farso .Vas de mallorquin de pura cepa por la vida y eres judio.Luego dices AXEL ES UN BUEN MALLORQUIN CUANDO LA MAYORIA DE LOS MALLORQUINES NO RECONOCEN COMO TALES NI A LOS NACIDOS DE AQUI CON PADRES ESTRANJEROS.
A Oli Miro,la tierra vuestra tierra la heis cargado vosotros mismos.Quien ha vendido tantas fincas? a estranjeros y quien ha vendido las tierras para las hoteles alado de la costa?Señor Miro vivimos en el año 2010 no puedemos recluirnos en un monte y construir un muro alrededor y que no entre nadie de fuera.
Señor r.f.c. Muy acertado, al final todo esto son perjuicios para la buena imagen de la isla , Los jubilados extranjeros compran y se gastan su pensión en nuestra isla, quieren nuestra isla, por eso pasan el final de sus vidas aquí, merecen todo nuestro respeto
No soy partidaria de la censura, pero en los foros de este diario hace falta un moderador. No sólo en esta noticia, sino en muchas otras. Respeto a todos.
Francamente es una verguenza todo lo que pasa en este país y especialmente en esta isla y así vamos. Estoy de acuerdo con todo el que dice que es una aberración demoler esas casas cuando han destrozado literalmente toda la costa mallorquina y especialmente la de Andratx y nadie ha hecho absolutamente nada. Me llevé las manos a la cabeza cuando volví a Cala Llamp después que hacía cinco años que ni iba. No conozco la zona ni tampoco a los dueños de las casas afectadas, pero si que sé que esos alemanes respetan más el entorno que los propios españoles (mallorquines) y estoy segurísimo que las casas que construyeron no dañan la imagen paisajística pareciéndome desastroso e injusto lo que quieren hacer ahora a esa gente después de 20 años, si no era legal ¿por qué les dejaron entonces hacer las casas?, les han engañado y estafado y ahora lo que quieren hacerles a mi juicio es un atropello. En esta isla que se vive básicamente del turismo a patir de ahora muchos más se van a comer los mocos porque el buen turista, el que deja beneficio ya no querrá ni arrimarse aquí a este país de buitres y forajidos, seguirá viniendo por contra más turismo de chusma como el que hay ahora y es que en España nunca conseguiremos salir de la boina y el cayao aunque nos las demos de modernos.