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Lo que debían ser unas prácticas del curso básico para bomberos se convirtió -por el boca a boca- en una actuación que podría estar relacionada, en un inicio, de derribo de los famosos apartamentos de ses Covetes de Campos.

Bajo las órdenes del cabo Guillem Ballester, una veintena de aspirantes a bomberos del Consell de Mallorca y de Palma realizaron la parte práctica formativa sobre apuntalamientos de edificios.

Los jóvenes aprendían a apuntalar fachadas, jácenas, muros, voladizos e incluso la búsqueda de agujeros y cierre de ventanas. Y es que los apartamentos de ses Covetes son el mejor escenario para este tipo de pruebas, ya que estas estructuras sirven para realizar gran parte de las prácticas del curso básico que ofrece la Escuela Balear de Administración Pública (EBAP), organismo dependiente de la Conselleria de Interior del Govern de les Illes Balears. Previo permiso de la propiedad, diferentes grupos de bomberos iban realizando las prácticas. Bajo la curiosa mirada de algunos turistas que se encaminaban a la playa de ses Covetes, los bomberos iban aprendiendo. Repartidos en diferentes grupos, los alumnos ponían una barra a un muro para apuntalarlo, otros instalando andamios en una jácena, otros cortando maderas para cerrar ventanas y otras actuaciones más, necesarias para el oficio de bombero en caso de emergencia.

Prácticas

El cabo Guillem Ballester afirmó que «los apartamentos de ses Covetes son un buen lugar para poder llevar a cabo estas prácticas, el hecho de que haya ladrillos nos facilita poder clavar clavos y puntales, así como el uso de otros utensilios necesarios para el aprendizaje. Un buen lugar para poner en práctica todo lo aprendido en el curso básico de bomberos».