1 de 4 | Las vías del tren impiden a los vecinos el acceso por el camino que se utilizaba antiguamente. | Mercedes Azagra

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2 de 4 | Varios trabajadores mejoran el entorno del Pou Poal. | Mercedes Azagra

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3 de 4 | El alcalde quiere que la zona acoja actos culturales. | Mercedes Azagra

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4 de 4 | El pozo es único en la isla. | Mercedes Azagra

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Binissalem19/06/11 0:00
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Hace 136 años, con la puesta en marcha de la línea ferroviaria de Palma a Inca, se condenó en Binissalem el acceso tradicional a pie al Pou Poal, un pozo muy singular ya que es de tipo cigüeñal (típico de Egipto y la India), y que se cree es único en la Isla. Ahora, un siglo después GADMA, quien colabora con el Ajuntament de Binissalem para recuperar el pozo, pide que se construya un paso soterrado que enlace el pueblo con la zona. «Sabemos que lo que pedimos es complicado y que se debe realizar un estudio para comprobar la viabilidad de crear un paso bajo las vías del tren, pero Binissalem se merece poder disfrutar del camino que sus ancestros utilizaban para ir a la zona» explica Bernat Fiol, portavoz de GADMA.

Los ecologistas quieren que «se cree un pequeño paso peatonal y así los vecinos no tengan que utilizar caminos posteriores o el paso elevado que construyó el Govern. El alcalde de Binissalem, Jeroni Salom, se muestra favorable a la propuesta pero pide «tiempo y cautela ya que el proceso será largo y complicado».

Orígenes

El Pou Poal está situado en las afueras de lo que hoy en día es Binissalem pero en realidad fue el primer casco urbano que tuvo el pueblo y que se conoce como Robines. La mejora de la zona, que está realizando GADMA gracias a una subvención de 10.000 euros que aportó el Consistorio, pretenden dar algo de luz y poder datar el pozo que se cree, pero no con seguridad, que es de época musulmana. Ferran Tarongí, arquitecto del Ajuntament de Binissalem, confía en que en agosto se pueda realizar una cata en el pozo. «No sabemos exactamente lo que podemos encontrar pero lo más importante de lo que estamos haciendo, no es saber la fecha del pozo, sino recuperarlo y ponerlo en valor, para que la gente pueda disfrutar de él».

De hecho, Jeroni Salom confiesa que una vez se acabe la mejora (se cree dentro de unos cinco meses), «el Consistorio apostará para que la zona acoja actos culturales, pero siempre bajo control». Y para que la mejora pueda acabar y ser una realidad tangible para los binissalemers , el Consistorio ha pedido un ayuda europea de 33.000 euros.