A pesar de las reducciones, a las cinco de la madrugada se tocará 'l'Alborada'. | JOAN LLADO

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El Ajuntament de Pollença y la comisión de fiestas estudian suprimir la verbena que se celebra durante la madrugada del día 2 de agosto.

El alcalde, Bartomeu Cifre (PP), explicó ayer que «existe una demanda social que quiere suprimir la fiesta que durante los últimos años ha derivado en un macro botellón».

Además, Cifre añadió que «nos hemos encontrado que sólo disponemos de 130.000 euros de la partida de fiestas que es de 300.000 euros y 30.000 euros se han destinado a las fiestas del Port y a la feria del Mar». El alcalde añadió que «para organizar La Patrona nos quedan 100.000 euros y sólo la verbena del día de la Alborada tiene un coste de 40.000 euros».

Una de las soluciones es hacer la cena a la fresca día 1 «y que después la gente salga por los bares y espere a las cinco para escuchar a la banda de municipal tocando la Alborada», dijo Cifre.

Si finalmente, la comisión de fiestas decide seguir con la fiesta de la madrugada de día 2, Cifre avisó que «se tendrán que suprimir otros actos como el concierto joven o la Marxa Fresca».

El portavoz de Alternativa, Pepe Garcia, propone por su parte que se celebre una consulta popular el mismo día que se celebran las elecciones de los moros y cristianos (15 de julio) para saber la opinión de los vecinos. El alcalde avisó que «para el 15 de julio debemos tener el programa de fiestas cerrado y legalmente, el Ajuntament no puede hacer una consulta popular».