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La estatua del Rei Jaume II no se moverá de Sineu. El equipo de gobierno aprobó el lunes, en un pleno lleno de tensión, aceptar el acta de donación de la escultura que el promotor Joan Sastre regaló al municipio ahora hace dos meses. La formalización de la donación lejos de calmar los ánimos los encendió aún más, ya que la donación va acompañada de unas cláusulas que establecen que la estatua tiene que estar en la plaza de l'Esglèsia y que ésta y su pedestal no pueden ser sometidos a cambios. Los regidores del PP y el alcalde, Pep Oliver (Cxl), votaron a favor de aceptar las cláusulas, mientras que Sineuers Independents y el PSOE votaron en contra y un regidor de Cxl se abstuvo.

Pese a que el pleno votó aceptar la donación, el acta ya estaba firmada antes del pleno, hecho que encendió más los ánimos de la oposición y del público. La decisión del equipo de gobierno de no cuestionar las cláusulas no fue bien recibida por el público asistente al pleno, unas 150 personas, que aplaudieron irónicamente la decisión del equipo de gobierno y profirieron gritos como «esto es una indecencia» o «nos estáis tomando el pelo». Los vecinos querían que el Consistorio diera marcha atrás y colocara la estatua según marca la Ley. Uno de los momentos más tensos se vivió con el promotor Joan Sastre, quien aseguró que «la estatua ya está pagada» y aseguró que no tenía porque dar explicaciones. De manera espontánea algunos asistentes esperaron a los políticos a la salida y les abuchearon, pero el alcalde Oliver se lo tomó a broma y les saludó efusivamente.