El alcalde Jaume Crespí (PP) pidió ayer la colaboración ciudadana para garantizar el abastecimiento y anunció que interpondrá sanciones ante los consumos abusivos.
Crespí atribuyó la carestía de suministro al «fuerte descenso del caudal de la fuente de Es Molí y del pozo de titularidad municipal, Es Verger, habituales puntos de abastecimiento de agua para el término municipal». El alcalde reconoció que no se puede garantizar al 100 por cien el suministro de agua y, por ello, anuncia que se usarán camiones cisterna que rellenarán los aljibes municipales para evitar cortes en las horas centrales del día.
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Crespí también solicitó ayer a las empresas ubicadas en el municipio, principalmente aquellas que dedican su actividad al turismo, que extremen el consumo de agua para usos de mantenimiento de jardines y piscinas.
Por otro lado, la Agrupación Deià (coalición compuesta por PSM, PSOE e IniciativaVerds) denunció la «ineficacia municipal» ante la falta de agua y acusó al equipo de gobierno de haber actuado «tarde y con oscurantismo».
Según la agrupación progresista, el agua del municipio está sucia y ello ha causado numerosos daños económicos a particulares que han visto cómo se rompían sus electrodomésticos, denuncian.
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