Los miembros del patronato de la fundación pública Santuari de Lluc se fotografiaron en la plaza dels Pelegrins.

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Lluc tampoco escapa de la crisis. La fundación Santuari de Lluc acordó ayer recurrir excepcionalmente a su fondo fundacional para hacer frente a pagos por valor de 120.000 euros. Dichos 120.000 euros se corresponden, precisamente, con las aportaciones económicas a las que el Govern se había comprometido para 2012 y que, finalmente, no llegarán.

El prior del santuario, Jaume Reynés, explicó que los presupuestos de la fundación Santuari de Lluc para 2011 contemplaban dos aportaciones del Govern: una de 30.000 euros para gasto general y otra de 90.000 para sufragar otros pagos derivados de la enseñanza de música. Ayer se confirmó que ninguno de los dos pagos se materializará. Por tal motivo, los miembros del patronato acordaron 'tomar prestados' 120.000 euros del fondo fundacional de la fundación que deberán retornarse «lo antes posible».

Al constituirse como tal, la fundación Santuari de Lluc creó un fondo fundacional con objeto de que los intereses que generara el dinero depositado sirvieran para sufragar parte del gasto del santuario. Esos fondos apenas se han tocado.

Sin partida

El presidente del Govern, José Ramón Bauzá, responsabilizó al anterior ejecutivo del Pacte de que las dos aportaciones a las que se había comprometido la institución que preside no se materialicen. Sobre la de 30.000 euros dijo que el Pacte gastó la partida correspondiente. Respecto a la de 90.000 euros manifestó que «ni siquiera habilitaron (los responsables del anterior Govern) la partida».

El patronato también discutió el presupuesto de la fundación para 2012. El Govern se comprometió a realizar una aportación de 60.000 euros, y el Consell otra de 25.000. Esos 85.000 euros, sin embargo, no son suficientes para hacer frente a todos los gastos previstos.

Por otra parte, ayer tomaron posesión de sus cargos los nuevos patronos de la fundación pública: el presidente del Govern, José Ramón Bauzá, la presidenta del Consell, Maria Salom, el alcalde de Palma, Mateu Isern, y el alcalde de Escorca, Antoni Solivellas. Todos son cargos políticos que sustituyen a sus antecesores.

El obispo de Mallorca y presidente de la fundación, monseñor Jesús Murgui, expresó su satisfacción ante «el compromiso y el amor» que los nuevos miembros sienten para con Lluc.