La pasada semana, el gobierno que lidera el alcalde Carlos Simarro (PP) y empresa mantuvieron una primera reunión para acercar posturas aunque no ha trascendido su contenido.
Aún así todo apunta a que el Ajuntament está intentando rescindir el contrato con la empresa, tal y como ya le propuso hace seis meses, ya que el nuevo equipo de gobierno ha anunciado que este año quiere recuperar la gestión directa del servicio. Pero el problema está en el pago de tres millones de euros que se le deben por lo que, tanto la empresa como el Consistorio, quieren llegar a un acuerdo.
Modificación
El Ajuntamemt ya intentó el pasado verano negociar con Acciona para que aceptara una reducción del canon mensual. Acciona no aceptó las condiciones propuestas y en contrapartida propuso al Ajuntament modificar el contrato hasta ajustarlo a un coste mensual de 66.000 euros (hasta el momento eran unos 90.000) y pactar un plan de amortización de la cantidad pendiente. Finalmente, no hubo acuerdo y la empresa suspendió el servicio, que desde entonces ha sido prestado «provisionalmente» por Emaya. Ya en aquel momento el Consistorio planteó rescindir el contrato a Acciona, aunque éste no finaliza hasta el 2014.
Los problemas con Acciona (antes Gesba-Necso) se remontan al momento de la privatización del servicio en el año 2004 cuando el PP también estaba en el equipo de Gobierno.
Expedientes
Desde entonces las quejas ciudadanas por deficiencias en el servicio han sido casi constantes.
En el 2006 la oposición pidió al PP que rescindiera el contrato algo que tampoco pudo hacer la izquierda durante su período de gobierno municipal de los últimos cuatro años.
Lo que sí hizo el gobierno municipal del Pacte en un momento dado fué abrir numerosos expedientes a la empresa y también dejó de pagar las facturas mensuales del servicio.
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