Una barrera sigue impidiendo el paso a la altura de la finca de la Empaltada.

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Después de siete años de reivindicaciones de distintos grupos pro caminos públicos, la carretera vieja de Pollença a Lluc, construida a principios del siglo pasado por la diputación provincial, continúa cerrada al público a pesar de que el Consell la inventarió en 2007 como propia.

Pro Camins Públics i Oberts, se reunirá el martes con la consellera insular de Medi Ambient, Catalina Soler, con la idea de desbloquear un conflicto que colea desde hace años.

El 2 de diciembre de 2011 el Consell de Mallorca aprobó por unanimidad incorporar a su inventario los planos del trazado original del antiguo sendero que dio lugar con el paso del tiempo a la carretera vieja de Lluc, planos recuperados del Ministerio de Fomento.

Planos
El reconocimiento de dichos planos era el paso previo para delimitar el camino palmo a palmo un requisito imprescindible para devolverle su uso público ordenando la retirada de todas y cada una de las rejillas y barreras que impiden hoy transitar libremente por él.

Transcurridos 13 meses desde entonces, la situación de la carretera vieja de Lluc no ha variado y tampoco lo ha hecho la del Camí Vell de Lluc con el que comparte buena parte de su trazado.

Uno de los puntos más conflictivos sigue siendo la finca de la Empaltada (ha cambiado de propietarios recientemente) que mantiene cerrado el camino original en virtud de un convenio suscrito con el Consell de Mallorca hace dos legislaturas que le autorizó a habilitar una senda alternativa por el lateral de la finca sin desafectar el trazado original. La senda no es apta para minusválidos, caballos o bicicletas.