Manacor revivió ayer la tradición del campo y mostró todo su potencial artesanal e industrial en la Fira Agrícola y Ramadera que llega a su XXI edición. | Assumpta Bassa

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Es una de las ferias más grandes de Mallorca y con un mayor potencial agrícola e industrial. Manacor revivió ayer las tradiciones del campo en una clara apuesta por la agricultura y la ganadería, pero también por la artesanía y la gastronomía. Todo con el objetivo de conseguir una dinamización económica del municipio.

El acto principal de les Fires i Festes de Primavera, la XXI Fira Agrícola, Ramadera, Comercial, Industrial y Artesanal llevó hasta la capital del Llevant a cerca de 30.000 personas que disfrutaron de una amplia oferta y también de interesantes rebajas y promociones.

Y muy significativas fueron las ausencias y las presencias en una fira que tuvo el sello de regionalista. Hubo poca presencia institucional para una ciudad como Manacor. El conseller de Agricultura, Gabriel Company, fue el único alto cargo del Govern balear que asistió al acto. Desde el Consell, sólo la directora insular de Cultura, Catalina Sureda, que es de Manacor. Pero Pastor no estuvo solo ya que tuvo el apoyo de Jaume Font y Josep Melià lo que dio lugar a muchas especulaciones y rumores. A su llegada, Company exclamó, en tono de broma: «estoy rodeado...».

En la zona del Passeig Ferrocarril se concentraron las razas autóctonas como ca de mè, ca de bestiar, ca eivissenc, ca rater, o caballos de pura raza. Hubo demostración de toses de ovelles y de otros trabajos del campo. Hubo una amplia exposición de maquinaria agrícola, de energías renovables, paradas de alimentación, automóviles y el Passeig Antoni Maura se dedicó a la artesanía.