La calle Sa Travessia y la plaza del Ayuntamiento se convirtieron ayer en un escaparate inmejorable de productos ecológicos para una cita que ya ha alcanzado su séptima edición. El buen tiempo reinante contribuyó en gran parte a que la Fira fuera visitada por numeroso público.
Las autoridades que inauguraron esta edición fueron recibidas por el alcalde y, entre otras, acudieron la directora general de Medi Ambient, Marga Pocoví; el parlamentario autonómico Óscar Fidalgo, y en representación del president de la Comunitat acudió el director general de Puertos y Aeropuertos, Antonio Deudero. Ninguno de ellos pudo tampoco escaparse de las bromas de madó Pereta y que también hizo las delicias de los niños.
Productos
Los productos ecológicos centraron el mayor protagonismo de la Fira, junto a los maestros artesanos que pudieron demostrar de primera mano cómo elaboraban sus productos. Así también a lo largo de la mañana de ayer se llevaron a acabo exposiciones, talleres de hierbas dulces, secas y mezcladas, así como el ya tradicional concurso de «verduc». Todo ello amenizado a ritmo del ruido de tambores acompañados de unos espectaculares caparrots.
A partir del mediodía los restaurantes de la localidad ofrecieron al público sus mejores platos por una ruta gastronómica ecológica y que durante estos últimos años ha tenido una gran acogida.
La Fira puso su punto y final con un animado baile popular ofrecido por la Escola de Ball de Bot de Galilea y Puigpunyent. Según la organización de la Fira, Vallpuig, «con esta séptima edición va consolidándose año tras año una fira y que a la vez está dando respuesta a un mercado muy exigente y en clara alza».
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